INTRODUCCION
Hacia fines del siglo XX distintos autores coinciden al reconocer transformaciones significativas en el escenario nacional e internacional, que alcanzan las esferas tecnológica, organizacional, geopolítica, informacional, comercial y financiera, institucional, cultural y social conformando y difundiendo un nuevo orden mundial (Lastres, 2000).
Castells describe una nueva economía, sociedad y cultura en formación de alta complejidad que se adivina en acontecimientos como: una revolución tecnológica centrada en las tecnologías de la información, el proceso de reestructuración profunda del capitalismo caracterizado por una mayor flexibilidad en la gestión y la interdependencia a escala global de las economías de todo el mundo (Castells, 1999).
A pesar de que es común calificar a esta actual etapa del capitalismo como globalización (poniendo el acento en el aumento del comercio, los movimientos de capital y el aumento de la interdependencia global), la caracterización de la economía y la sociedad actual debe tomar como elemento fundamental los cambios profundos en el nivel técno-productivo, por lo tanto, para abordar la realidad contemporánea, es fundamental tener en cuenta el fenómeno de la Revolución Científico y Tecnológica Mundial.
Dicha Revolución ocurrida en la década de 1970 se percibe como punto de ruptura, ya que produce una amplia aceleración, difusión y generalización de las nuevas tecnologías de la información, que convergirán para constituir un nuevo paradigma tecnológico- productivo, dando surgimiento a una sociedad de nuevo tipo, la Sociedad de la Información y el Conocimiento.

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